La historia del cine.


La historia del cine. 

La historia del cine como espectáculo comenzó en París, Francia, el 28 de diciembre de 1895. Desde entonces ha experimentado una serie de cambios en varios sentidos. Por un lado, la tecnología del cinematógrafo ha evolucionado mucho, desde el primitivo cine mudo de los hermanos Lumière hasta el cine digital del siglo XXI. Por otro lado, ha evolucionado el lenguaje cinematográfico, incluidas las convenciones del género, y han surgido así distintos géneros cinematográficos. En tercer lugar, ha evolucionado con la sociedad, con lo que se desarrollaron distintos movimientos cinematográficos.

Causas técnicas y sociales que dieron lugar al nacimiento del cine

  • La aparición de nuevas fuentes de energía mineral y la aplicación de la electricidad a usos industriales.
  • La erradicación de las epidemias y el desarrollo de la medicina.
  • Los nuevos medios de transporte (buque a vapor, ferrocarril), así como las innovaciones orientadas a la comunicación (telégrafo, cable submarino, telegrafía sin hilos), trajeron consigo una amplia y rápida difusión de la información, lo que condujo a una globalización efectiva.
  • La consolidación de las ciudades: aparición de un público de masas.

Los géneros cinematográficos 

La industrialización del cine hizo nacer también las llamadas convenciones de género, y por ende, los géneros cinematográficos propiamente dichos.
El primer cine era documental: escenas de obreros saliendo de las fábricas y cosas así. Pero el cine documental en cuanto tal, recién vino a nacer en 1922, con el filme Nanook el esquimal. Aunque nunca demasiado popular, de tarde en tarde se rodarían algunos clásicos, como por ejemplo El mundo sumergido, de Jacques Cousteau.
El cine histórico y bíblico, por su parte, caminarían de la mano, en la búsqueda de la espectacularidad. Desde antiguo se habían rodado películas sobre la vida de Cristo (por ejemplo, Del pesebre a la cruz (1912). Sin embargo, el cineasta que le dio verdadera carta de naturaleza al cine histórico o bíblico fue Cecil B. DeMille, con hitos como Los diez mandamientos (la versión original de 1923 y el remake de 1956), Rey de reyes (1927) o Cleopatra (1934). Otro clásico de época es Lo que el viento se llevó, estrenada tras varias peripecias en 1939.
En la década de 1930 surgen también, estrechamente hermanados, el cine de gángsters y el cine negro. Hitos claves del cine gangsteril fueron el Scarface de 1932 o Hampa dorada, y un director clave fue Howard Hawks. Su éxito se explica por la dosis de crítica social que dichos filmes envolvían, sobre la situación posterior a la Gran Depresión de 1929. Además, fueron campo de experimentos formales con la iluminación, con fuerte influencia de los cineastas europeos herederos del Expresionismo, muchos de los cuales habían llegado a Hollywood huyendo del Tercer Reich, por ese entonces ascendente. Quizás el actor más asociado con el género es Humphrey Bogart, con clásicos como Casablanca, El halcón maltés o El sueño eterno.
El cine fantástico y de ciencia ficción había también experimentado su propio desarrollo, paralelo a un elemento que le era indispensable: el desarrollo de los efectos especiales. Ya Georges Méliès había diseñado una curiosa fantasía llamada De la Tierra a la Luna, vagamente basada en la novela de Julio Verne. La gran película del cine mudo de ciencia ficción fue Metrópolis, de Fritz Lang (1927), la cual marcó estéticamente a muchos cineastas posteriores, pero que en su tiempo fue un fracaso de taquilla, costoso para los cánones de la época, y que por lo tanto, relegó a la ciencia ficción fílmica al plano de mero entretenimiento, sin mayor trascendencia intelectual, estigma que pesaría sobre el género hasta 2001: Odisea del espacio (1968). En la década de 1930, coincidiendo con la Gran Depresión y el Nazismo, se puso de moda el cine de terror, con clásicos como Dracula (con Béla Lugosi, dirigida por Tod Browning, en 1931), o El doctor Frankenstein de James Whale, con Boris Karloff (1931). Con éstos y otros filmes, los Estudios Universal crearon la imagen moderna de los clásicos monstruos de la literatura de terror.
La llegada del sonido permitió también el desarrollo de la comedia musical, género harto más amable, incluso de evasión, en donde primaba el peso de los números musicales y canciones por sobre la historia, y que fue el vehículo de lucimiento para diversos bailarines. Los más importantes fueron la dupla conformada por Ginger Rogers y Fred Astaire. El gran clásico del género es Cantando bajo la lluvia (1952).
Un género típico de los Estados Unidos que se desarrolló en aquellos años fue el Western, en particular gracias al trabajo de cineastas como John Ford. El gran actor de westerns de la época fue John Wayne. El género fue muy exitoso en Estados Unidos, por construir una mitología fílmica de carácter nacionalista.
Su importancia tuvieron también los filmes de aventuras y de capa y espada. Muy exitoso en ese tiempo fue el cine de piratas. Quizás el más recordado héroe posterior a Douglas Fairbanks sea Errol Flynn (Capitán Blood, 1935), quien más o menos tomó su relevo en la década de 1930.
En cuanto a la comedia, su edad de oro comenzó con los Keystone Cops, los alocados cortos con policías de Mack Sennett, que inventaron el concepto de gag, incluyendo uno clásico: lanzarle pasteles de crema a la cara de la gente. Pero el primer gran personaje cómico fue el vagabundo sin nombre que Charles Chaplin interpretara en numerosos cortos, y más tarde en largometrajes como The Kid (1921) o en Luces de la ciudad (1927). Otro cómico importante fue Buster Keaton. Más tarde llegaron El gordo y el flaco, Los Tres Chiflados y Jerry Lewis.
El cine de animación fue experimentado desde los comienzos del cine mismo. Desde 1889 Émile Reynaud trabajó en este campo, y presentó en 1892 su serie de cortos Pantomimes Lumineuses; Stuart Blackton creó en 1906 Humorous Phases of Funny Faces, una animación realizada en un pizarrón; el Stop Motion fue descubierto por Segundo de Chomón (La casa encantada, de 1906 o 1907) y por Émile Cohl (La carrera de las calabazas, de 1908), quien además trabajaba mezclando actores y dibujos.
Y, aunque el primer largometraje animado fue El apóstol (1917), producida en Argentina por Quirino Cristiani, quien impulsó definitivamente la industria del cine de animación fue Walt Disney, con los largometrajes Blancanieves y los siete enanitos (1937) y Fantasía (1940).
El director Orson Welles
Posiblemente la cúspide de las posibilidades del cine de la época, en términos de lenguaje cinematográfico, haya sido alcanzada por el filme Ciudadano Kane, de Orson Welles, en 1941. Película polémica en su época, ha sido reconocida en retrospectiva como uno de los grandes hitos fílmicos de todos los tiempos, y sumó todos los experimentos conceptuales de la época, cerró caminos y abrió otros, razón por la cual figura regularmente como una de las mejores películas de todos los tiempos, en listados y reseñas críticas.

El cine español.
Con el nombre de cine español se conoce a las producciones cinematográficas rodadas por españoles o en España. A lo largo de su historia el cine de ese país ha logrado ofrecer algunas figuras de primer nivel, entre las que destacan: Luis Buñuel, director cuya producción tuvo una gran influencia en Europa (a través de Francia) e Iberoamérica (a través de México) y Alejandro Amenábar. pero se deben citar muchos otros nombres como Segundo de Chomón, Florián Rey, Juan Antonio Bardem, Luis García Berlanga, Carlos Saura, Jesús Franco, Antonio Isasi-Isasmendi, Mario Camus, José Luis Garci o Pedro Almodóvar, -
Otras vertientes han obtenido menos repercusión internacional. Sólo el director artístico Gil Parrondo, ganador de dos Óscar de Hollywood, y el director de fotografía Néstor Almendros (que desarrolló toda su trayectoria fuera de España) o los actores Fernando Rey, Francisco Rabal, Fernando Fernán Gómez, Antonio Banderas, Sergi López y Javier Bardem y las actrices Imperio Argentina, Sara Montiel, Ángela Molina, Victoria Abril, Carmen Maura, Maribel Verdú y, sobre todo, Penélope Cruz y Carmen Sevilla han obtenido cierta fama mundial, generalmente por sus trabajos fuera de España.
Resultado de imagen de cine españolEn la segunda década del siglo XXI el porcentaje de taquilla correspondiente al cine español en España representa entre el 10 y el 20 %, lo que se traduce en una sensación de crisis que parece profundizarse.


 

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